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Si en los tiempos de Jesús ya hubieran existido los expertos en marketing, para los que no saben que es marketing: es un concepto inglés, traducido al castellano como mercadeo o mercadotecnia.
Se trata de la disciplina dedicada al análisis del comportamiento de los mercados y de los consumidores. El marketing analiza la gestión comercial de las empresas con el objetivo de captar y retener a los clientes a través de la satisfacción de sus necesidades.
Podemos resumir en pocas palabras que el marketing es algo que sirve para retener clientes.
Ellos los expertos del marketing considerarían que si Cristo quería ganar seguidores y retenerlos estaba utilizando la peor estrategia del mundo. Jesucristo no buscaba agradar a la gente para que lo sigan, antes por lo contrario los confrontaba.
Veamos solo cuatro casos que nos muestra la palabra de Dios:
1. Alguien quería seguirlo pero Jesús le hace entender que él no tiene nada que ofrecerle, que si lo busco por tener comodidad a lado de Jesús se equivoco. V 57-58 “Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 9:58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.”
2. A otro le hizo entender que seguir a Jesús es querer sacar tiempo de donde no lo tenga para servirle en la predicación, por encima de cualquier otra persona. V 59-60 “Y dijo a otro: Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre.
9:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.”
9:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.”
3. A otro le exigió que no podía anhelar lo que dejo atrás. Esto lo haría indigno de seguirlo. V 61-62 “Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.”
4. A muchos les exigía que solo a él deberían amar. Mateo 10: 37-38 “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;10:38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.”
Jesucristo no quiere llenar iglesias con personas que solo lo siguen por interés. Juan 6: 26 “Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.”
Jesucristo quiere tener iglesias llenas pero de verdaderos adoradores. Juan 4: 23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”
Los seguidores que busca Dios deben ser personas dispuestas a enamorarse de él perdidamente. Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Si tenemos en cuenta lo que Jesús quiere de nosotros podemos entender que seguir a Jesús cuesta, seguir los milagros es fácil y no cuesta nada. El recibir milagros no significa tener una buena relación con Dios.
La salvación es gratis para nosotros ya que Jesucristo pago por ella con su sangre preciosa, teniendo en cuenta que Cristo fue quien pago, podemos entender que la salvación en realidad no es gratis. Es muy costosa tanto que para nosotros sería imposible pagarla, por esta razón lo hizo Jesús. Pero bueno de cualquier manera la salvación para nosotros es gratis, pero una buena relación con Jesús y seguirlo cuesta.
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Viviendo por Prioridades. Lucas 9
Vivimos de prioridades. Un ejemplo podría ser. Cuando salimos a la calle nos preocupamos por peinarnos muy bien, con esto sentimos que todo nuestro cuerpo está bien. Cuando ponemos las cosas primeras primero, todo lo demás cae en su lugar de manera más natural y confortable. Cuando nuestras prioridades están fuera de orden, podemos sentirlo. Cuando las cosas están fuera de lugar, la vida se siente un poquito fuera de balance, y vivimos como de una manera desalineada.
Piensa en las implicaciones del principio del “primero peinarnos” en tu vida espiritual. Cuando Dios está primero en tu vida, todo lo demás cae en su lugar adecuado más rápido. Cuando ordenas tu tiempo, ministerio, trabajo, amistades y finanzas con las prioridades correctas, la vida es mucho más fácil. También es más productiva y satisfactoria.
Siempre en la vida debe haber cosas más importantes por hacer que otras, muchas personas pierden mucho tiempo en cosas que no son muy importantes y dejan de hacer lo que si representaba beneficio o utilidad.
El orden de prioridades para un cristiano es: primero Dios, segundo la familia, tercero el trabajo y por último el ministerio. No porque sea el ministerio menos importante que los demás. Antes por lo contrario, si estamos bien en todo lo anterior entonces podemos estar bien en el ministerio.
En la vida cristiana Jesús debe ocupar siempre el primer lugar, esta siempre por encima de nuestra propia vida. V 23 “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.”
Nuestra familia está en segundo nivel comparándolas con Jesús. Mateo 10: 37 “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;” el que amemos menos a nuestra familia que a Cristo no significa que los debemos deshonrar o descuidarlos, antes por lo contrario debemos ser testimonio delante de ellos.
Dejar a Cristo en segundo lugar es lo mismo que avergonzarse de él. V 26 “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.”
La principal prioridad de los cristianos es llegar a Dios, sólo así podrán tener éxito al tratar de llegar a otros. Sin que los cristianos practiquen una relación íntima con Dios mismo. Es difícil llegar a tener el verdadero éxito.